Peregrinos y manifestantes han coincidido en mitad de la plaza central de Madrid. Un cordón policial los separó mientras se enzarzaban en una guerra de cánticos. "¡Benedicto!", gritaban los peregrinos. "¡... es un nazi!", respondían los manifestantes desde el otro lado del cordón de seguridad. Un par de chicas rezaban el rosario en mitad del tumulto mientras el resto entonaban el Aleluya con guitarras. “¡Yo soy pecador, pecador, pecador!”, les respondían los manifestantes.
Lo difícil es mantener a los dos bandos separados. Desde la calle Carretas, una de las arterias que llega hasta la Puerta del Sol sigue entrando gente. Hay un nuevo cordón policial en una de las calles que llegan a Sol, la Carrera de San Jerónimo. Hay una veintena de agentes antidisturbios parando a los manifestantes que avanzan despacio y entre aplausos. "El pueblo unido, jamás será vencido", son algunos cánticos que se escuchan. La policía ha dispersado a la gente que se arremolina en la Puerta del Sol después de que algunos manifestantes han tirado botellas de agua de plástico vacía en respuesta a la amenaza policial que han recibido.
Laicos, cristianos de base, republicanos, gays, ateos e indignados han marchado por el centro de Madrid para criticar el "boato y el gasto público" de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, a la que mañana llega el Papa Benedicto XVI. El final de la marcha estaba previsto para las 21.30 en Tirso de Molina pero centenares de personas siguen con sus pancartas en Sol a ritmo de batucada. Unas 5.000 personas, según fuentes policiales, han secundado la protesta que ha pasado por la Puerta del Sol, símbolo del movimiento 15-M y escenario de los principales momentos de tensión.
El movimiento 15-M no ha respaldado explícitamente la protesta, pero miembros de distintas asambleas han participado en la marcha y la retransmitieron en directo por un canal web.
Bajo el lema De mis impuestos, al Papa cero. Por un Estado laico, los convocantes han marchado con centenares de pancartas críticas. Muchas hacían referencia a la hambruna que vive Somalia: El mundo muriéndose de hambre vuestro Papa con traje de luces/ Con el Papamóvil se llega al cuerno de África o Próxima JMJ en Somalia. La marcha, convocada por un centenar de asociaciones -entre partidos de izquierdas, grupos ateos y laicos y cristianos de base- ha sido reprobada desde administraciones gobernadas por el PP. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, reclamó que se prohibiera la manifestación “antipapa”. Delegación del Gobierno amagó con vetar el itinerario por el centro amparándose en un informe del Ayuntamiento de Madrid que desaconsejaba su celebración por la "alta posibilidad" de "conductas organizadas de ofensa y vejación de los sentimientos religiosos" de los peregrinos. La cúpula eclesiástica calificó a los manifestantes de "parásitos", en palabras del portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.
El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ha asegurado que el Gobieno está haciendo "lo que tiene que hacer", refiriéndose a la partida económica asignada a la visita del Papa y motivo de la protesta. Jáuregui ha asegurado que el Gobierno colabora "de una forma austera pero leal" con la Iglesia para que el viaje de Benedicto XVI a España sea un éxito.
"La convocatoria nos ha desbordado", ha valorado Evaristo Villar, cura y portavoz de Redes Cristianas, una de las convocantes. Villar ha pedido a los organizadores de la JMJ que "den más protagonismo a los jóvenes y los convoquen en asambleas, en lugar de para catequesis y confesiones". Y criticó que el discurso de la misa inaugural de la jornada que hizo el cardenal Antonio María Rouco Varela no incluyera "palabras más realistas de apoyo a los jóvenes españoles, que viven más de un 45% de paro". Una de las pancartas más vistosas, con cinco metros de altura, la desplegó el cómico Leo Bassi con las imágenes enfrentadas de Stephane Hessel, autor del libro Indignaos que inspiró al 15M, y Ratzinger sobre el lema Choque de titanes. “Me encantaría que se sentaran a hablar de los jóvenes o del Valle de los Caídos, ¿no?”, preguntó el cómico. [El Pais]
Lo difícil es mantener a los dos bandos separados. Desde la calle Carretas, una de las arterias que llega hasta la Puerta del Sol sigue entrando gente. Hay un nuevo cordón policial en una de las calles que llegan a Sol, la Carrera de San Jerónimo. Hay una veintena de agentes antidisturbios parando a los manifestantes que avanzan despacio y entre aplausos. "El pueblo unido, jamás será vencido", son algunos cánticos que se escuchan. La policía ha dispersado a la gente que se arremolina en la Puerta del Sol después de que algunos manifestantes han tirado botellas de agua de plástico vacía en respuesta a la amenaza policial que han recibido.
Laicos, cristianos de base, republicanos, gays, ateos e indignados han marchado por el centro de Madrid para criticar el "boato y el gasto público" de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, a la que mañana llega el Papa Benedicto XVI. El final de la marcha estaba previsto para las 21.30 en Tirso de Molina pero centenares de personas siguen con sus pancartas en Sol a ritmo de batucada. Unas 5.000 personas, según fuentes policiales, han secundado la protesta que ha pasado por la Puerta del Sol, símbolo del movimiento 15-M y escenario de los principales momentos de tensión.
El movimiento 15-M no ha respaldado explícitamente la protesta, pero miembros de distintas asambleas han participado en la marcha y la retransmitieron en directo por un canal web.
Bajo el lema De mis impuestos, al Papa cero. Por un Estado laico, los convocantes han marchado con centenares de pancartas críticas. Muchas hacían referencia a la hambruna que vive Somalia: El mundo muriéndose de hambre vuestro Papa con traje de luces/ Con el Papamóvil se llega al cuerno de África o Próxima JMJ en Somalia. La marcha, convocada por un centenar de asociaciones -entre partidos de izquierdas, grupos ateos y laicos y cristianos de base- ha sido reprobada desde administraciones gobernadas por el PP. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, reclamó que se prohibiera la manifestación “antipapa”. Delegación del Gobierno amagó con vetar el itinerario por el centro amparándose en un informe del Ayuntamiento de Madrid que desaconsejaba su celebración por la "alta posibilidad" de "conductas organizadas de ofensa y vejación de los sentimientos religiosos" de los peregrinos. La cúpula eclesiástica calificó a los manifestantes de "parásitos", en palabras del portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.
El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ha asegurado que el Gobieno está haciendo "lo que tiene que hacer", refiriéndose a la partida económica asignada a la visita del Papa y motivo de la protesta. Jáuregui ha asegurado que el Gobierno colabora "de una forma austera pero leal" con la Iglesia para que el viaje de Benedicto XVI a España sea un éxito.
"La convocatoria nos ha desbordado", ha valorado Evaristo Villar, cura y portavoz de Redes Cristianas, una de las convocantes. Villar ha pedido a los organizadores de la JMJ que "den más protagonismo a los jóvenes y los convoquen en asambleas, en lugar de para catequesis y confesiones". Y criticó que el discurso de la misa inaugural de la jornada que hizo el cardenal Antonio María Rouco Varela no incluyera "palabras más realistas de apoyo a los jóvenes españoles, que viven más de un 45% de paro". Una de las pancartas más vistosas, con cinco metros de altura, la desplegó el cómico Leo Bassi con las imágenes enfrentadas de Stephane Hessel, autor del libro Indignaos que inspiró al 15M, y Ratzinger sobre el lema Choque de titanes. “Me encantaría que se sentaran a hablar de los jóvenes o del Valle de los Caídos, ¿no?”, preguntó el cómico. [El Pais]
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